domingo, 30 de marzo de 2008

Muqtada Al-Sadr llama a sus milicianos a retirarse.

Ultimo momento.
El líder chiíta iraquí ha ordenado hoy (domingo, 30) a sus seguidores y milicianos a retirarse de las calles y a detener la lucha contra el gobierno. Hace seis días que las calles de varias ciudades iraquíes, especialmente Basra, eran escenario de los enfrentamientos entre las milicias chiítas lideradas por Al-Sadr y las fuerzas gubernamentales. La lucha se disparó el lunes pasado cuando el gobierno decidió reducir la influencia de estas milicias en la ciudad portuaria de Basra, muy importante comercialmente.

En un comunicado Al-Sadr dijo que el objetivo de la medida era detener el derramamiento de sangre iraquí y mantener la independencia y la estabilidad del país.

Por eso ordenó a todo miliciano a bajar las armas y a detener la lucha y agregó: “Cualquiera que cargue un arma y apunte a las instituciones gubernamentales no es uno de nosotros”.

El gobierno afirmó que seguirá la represión contra cualquier foco que continúe la lucha en cualquier lugar del país y también dijo que no cesaría en su intento de retomar el control de Basra, solo que ahora no lucharía contra el ejercito Mehdí, sino contra “criminales”. También anunció hoy que el estado de sitio en la ciudad de Bagdad continuará hasta el lunes a las seis a.m. Los enfrentamientos en esta ciudad continuaban, al igual que en otras ciudades de Irak como en Nasiriyah.

Desde que el gobierno lanzo la intervención aproximadamente 250 personas murieron en los enfrentamientos.

La duda que queda ahora es si las diferentes columnas y grupos dentro del Ejercito Mehdí obedecerán la orden y detendrán los enfrentamientos.

"Para ver el perfil de el Ejército Mehdí según Al-Jazeera has click aquí"


sábado, 29 de marzo de 2008

Basra y el Ejercito Mehdí.


En los últimos días los enfrentamientos en esta ciudad se han multiplicado luego de que el gobierno de Irak, con el apoyo económico y militar de los EEUU y GB, lanzo una ofensiva en contra de las milicias que la controlan. Basra (Basora) es una ciudad muy importante y disputada debido a que posee campos y refinerías de petróleo y porque controla el único puerto Iraquí al Golfo Pérsico, lo que la hace muy atractiva comercialmente. Desde hace años que las milicias la controlan y se disputan este espacio de poder; quien controle esta ciudad será un influyente protagonista de la política Iraquí. Y así es. El Ejercito Mehdí, la milicia que la controla, es el brazo armado de un movimiento político liderado por el clérigo musulmán Muqtada Al-Sadr, cuyos seguidores son los grupos chiítas musulmanes de bajos recursos.

Muqtada Al-Sadr es un joven clérigo y líder chiíta iraquí, nieto del famoso clérigo chiíta Mohamed Sadeq al-Sadr. Es el líder de facto de la Ciudad de Sadr en Bagdad y también es el líder máximo del partido político Bloque Sadr, que es el brazo político de su milicia.

Esta milicia fue creada en 2004 como respuesta a una gran ofensiva llevada a cabo por el Ejército de los EEUU en contra de los seguidores de Muqtada Al-Sadr.

Meses atrás, su líder firmo un acuerdo de cese al fuego con el objetivo de terminar con la violencia sectaria que enfrenta a sunnitas y chiítas en el país. Sin embargo, el lunes a la madrugada los enfrentamientos estallaron de nuevo luego de que el primer ministro iraquí, Nouri Al-Maliki, decidiera terminar con la influencia de las milicias chiítas en el sur de Irak y, especialmente, en la ciudad de Basra. Esta medida fue tomada con el objetivo de fortalecer la autoridad del gobierno Iraquí y como prueba para las fuerzas de seguridad iraquíes, que por primera vez se enfrentan a una situación semejante sin apoyo directo de las fuerzas extranjeras, salvo por contadas incursiones y apoyos desde el aire. Aunque algunos dicen que la medida se debe a una lucha de recursos económicos y al posible obstáculo que representa Al-Sadr en las próximas elecciones para el primer ministro Maliki.

Luego de intervenir Basra, Maliki llamo a todas los milicianos a deponer las armas y les dio un ultimátum de 72 horas (que vencía hoy) para que lo hagan, so pena de sufrir “graves castigos”. Los enfrentamientos han aumentado cada día y ya se han esparcido a todas las ciudades iraquíes en donde hay fuerte presencia chiíta como las ciudades de Karbala, Hilla, Nasiriya y Bagdad, donde el jueves el gobierno decreto un estado de sitio total por tres días para evitar los enfrentamientos callejeros y la violencia que ya son muy fuertes en el suburbio chiíta de las afueras de esta ciudad, donde Al-Sadr tiene mucha influencia. Esto hace renacer el miedo de una nacionalización de la lucha en un país donde la comunidad chiíta es la más importante (55%).

A pesar de las negociaciones que esta llevando acabo el gobierno con el propio Muqtada (el cual pide el fin de las operaciones en Basra, el retiro de las tropas extranjeras del país y la renuncia del primer ministro) las luchas continúan y los milicianos no parecen querer deponer las armas, ni el gobierno mostrarse débil ante la situación.

EEUU y GB tienen como objetivo principal hoy en día, formar una fuerza iraquí capaz de sostener al gobierno y de controlar la violencia en Irak, para poco a poco ir retirándose de cada uno de los frentes. Esta es una prueba muy importante, entonces, para el gobierno y las fuerzas iraquíes, que ya encuentran dificultades en la erradicación de los diferentes obstáculos hacia un Irak estable.

En la foto: cientos de musulmanes chiítas muestran su apoyo a Muqtada Al-Sadr en Bagdad.