sábado, 29 de diciembre de 2007

Imperialismo anglo-ruso y Revolución Democrática en Iran. Parte I


La penetración europea en Irán tiene su inicio en el periodo Napoleónico, en el cual, los franceses, en su afán de aumentar sus alianzas contra sus adversarios, llegaron al país para firmar un tratado militar contra el Imperio Ruso y aumentar las relaciones comerciales entre ambos países. Pero estos intentos se vieron deshechos cuando Inglaterra convenció al Sah (el máximo gobernante) Fath Ali de unirse a su bando, permitiéndole atacar la ciudad afgana de Herat; mientras que el estado asiático le otorgaba la capacidad a las industrias británicas de circular sus mercancías sin pagar impuestos dentro del país.
Mientras tanto, los rusos no se quedaron expectantes y decidieron continuar con su política de ocupación y conquistaron Georgia y Transcaucásia, en 1804. El Sah respondió con una defensa a las zonas mencionadas, con tan poco éxito debido a la falta de armamento y a un ejército organizado, que debió aceptar el Tratado de Gulistan; en el cual se pactaba que el Imperio Ruso se quedaba con las zonas conquistadas a Irán y se lo favorecía comercialmente con acuerdos beneficiosos al vencedor.
Así comenzaba la turbia relación de los colonialistas europeos e Irán, cuya dominación debió padecer, hasta que en 1905 la presión popular obligó al gobierno a cambiar de política (aunque sea por unos años).
La guerra Ruso-Persa se reanudó en 1825, luego de ciertas discrepancias en el tratado firmado hacia 12 años atrás; causando un nuevo enfrentamiento militar, donde el Ejercito de los Zares conquistó Erivan, Azerbaiján. Ante tal acción, el Sah organizó su defensa, aunque, nuevamente la desorganización militar y la falta de capital hicieron que Irán se rindiera fácilmente. Esto causó la firma del Tratado de Turkmanchai en 1828, donde los rusos se adjudicaban las zonas conquistadas y recibían una indemnización por daños de guerra. En este periodo comienzan los primeros movimientos anti-Rusia en la región asiática.
Casi cumplidos los 30 años de su última guerra, Irán entablo batalla con su histórica aliada: Inglaterra. Esto se debió a que el ejercito del Sah se adentró en territorio afgano, mas específicamente en Herat, con intenciones de conquistarla; pero dicho avance fue recibido con desagrado por la potencia occidental , que defendió las zonas atacadas, con gran éxito, y a su vez envió a su poderosa flota al puerto de Bushire, en el Golfo Pérsico. Al ver que sus fuerzas eran inferiores, Irán accedió a firmar el Tratado de Paris en 1857, donde se le concedía la independencia a Afganistán. Según se dice, Inglaterra era incapaz de mantener el frente de batalla por largo tiempo, puesto que precisaba las tropas para reprimir levantamientos en la India.
En 1864, Gran Bretaña obtuvo concesiones para el desarrollo de todas las redes telegráficas abriendo las primeras líneas de comunicación en la región.
En 1889, el Baron Reuter consiguió la concesión para la creación del “Banco Imperial Persa”, con derecho a la explotación de metales preciosos.
Dos años más tarde, luego de que una empresa extranjera obtuviera el monopolio para el comercio tabacalero, comenzaron los primeros movimientos de masa contra el imperialismo europeo: huelgas, manifestaciones y un boicot general al consumo de tabaco, hicieron revocar dicho acuerdo (aunque, debo mencionar, que la empresa perjudicada recibió una indemnización de 500.000 libras esterlinas).
Así culminaba el siglo XIX en Irán, con una población conmocionada por la entrega que su gobierno hacia del comercio; y con una clase gobernante cada vez mas débil y controlada por el extranjero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si Irán fuera un personaje, sería ese diminuto can de Scooby doo, siempre peleandose con todos, luchando desordenadamente, y al final obviamente... firmando un trato al mejor estilo Versalles, que les hace surgir mercancía inglesa hasta por el... tratando todo esto con mejor analisis general, a pesar de ese comentario, sé q Irán tiene su peligrosidad, y q la comparacion con una caricatura es casi tan insultante como caricaturizar a su Dios , espero q todo esto haya sido mala suerte. muy buen articulo, todos los dias se aprende algo